Con la llegada de la crisis y la inestabilidad laboral fueron muchos los profesionales que dieron el salto a la creación de su propia empresa o a establecerse como autónomos. Fue curioso cómo se multiplicaron las consultas en Internet sobre dos aspectos: el primero, cómo tener éxito a la hora de emprender; y el segundo, acerca de cursos de inglés.
Salvando el chascarrillo de este último, en este artículo se repasan los cinco principales factores para sacar adelante tu empresa, ofrecidos por Roberto López del Cura, responsable de Sage One, la división especializada en facturación online para pymes y autónomos de Sage España.
1. La importancia del servicio
La primera regla sería diseñar un producto único, capaz de convencer a los clientes de que su adquisición es una obligación. Sin embargo nos encontramos que es muy difícil ver las diferencias entre unos productos u otros, o al menos, encontrar una gran revolución. No todos podemos ser Steve Jobs. De ahí que lo que pueda salvar tu negocio no sea el qué vendes, sino el cómo lo ofreces. Un buen servicio de atención al cliente, recursos de ayuda si es necesario, formación post-venta, trato personalizado y sobre todo, que el día a día no te haga olvidar que lo más importante es estar cerca de tu cliente.
2. Profesionalizar la gestión
Un aspecto vital. No existe un perfil de super-autónomo capaz de realizar todas las gestiones de la empresa, y menos de hacerlo con herramientas no preparadas para ello. Si el punto central de tu negocio se basa en un buen producto o servicio, aspectos como la gestión de tu facturación, de las infraestructuras tecnológicas, la gestión financiera, etc. debe estar en manos de profesionales. Las fórmulas para profesionalizar estos aspectos son múltiples, pero desde luego no pasan por buscar en Google "programas gratis" o "cómo hacer...". Calcula cuánto tiempo dedicas a esa tarea y cuánto tiempo le llevaría a alguien especializado o con un servicio profesional. Tu coste hora seguro que es mucho más caro.
3. Formación e información para tomar decisiones
Como hemos comentado, la formación es clave, sobre todo en un ambiente tremendamente cambiante. Hay muchas formas de adquirir conocimientos, y la fórmula del c-learning o conocimiento colaborativo es muy buena, pero debes establecer puntos de partida y de final para cumplir ciclos.
Esa formación es vital para entender el ecosistema en el que te mueves, pero para tomar decisiones no debes olvidarte de la información práctica y real que genera tanto tu propia empresa o negocio como el mercado. Así pasas de la teoría a la práctica, pues cada situación es única y tu objetivo es ser flexible para encontrar tu punto de equilibrio.
En nuestro ámbito de la facturación online observamos cómo hay un antes y un después tras conocer principios básicos como flujo de caja, impuestos, relaciones con la administración y sobre todo, disponer de una foto real del beneficio vs facturación.
4. No seas Quijote, busca aliados
O del partner, o del colaborador, o de la organización. No estamos diciendo que busques un nuevo socio dentro del accionariado de la compañía, pero sí que establezcas relaciones con terceros para intercambiar información, compartir servicios o infraestructuras si es viable, completar tu oferta para ser más completos, etc. Desgraciadamente seguimos pensando que guardar las ideas en una libreta azul para que no nos las copien es una buena opción, pero hoy en día no deja de ser una reminiscencia de un empresario ?Quijote? desconfiado.
Uno de los primeros pasos puede pasar por las asociaciones de profesionales o entornos colaborativos, pero siempre con foco en tu negocio, a menos que quieras también complementarlo como vía de escape profesional.
5. Invierte en comunicación y marketing
Y aquí utilizamos el verbo "invertir", no "gastar". Nunca antes hemos tenido tantas posibilidades de hacer negocio con cualquier persona en el mundo gracias a Internet, pero a nuevo escenario nuevas reglas. A modo de repaso de los puntos anteriores, es vital la formación, la información, la profesionalización, la innovación, los aliados, la capacidad de convertir en ventas las conversaciones, pero sobre todo, aplicar el sentido común. Cada euro invertido debe ser analizado en términos de retorno, y hay herramientas para ello, pero quedarte detrás de un mostrador esperando a que se abra la puerta no es una opción.
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