La revolución digital ha traído consigo multitud de cambios a una velocidad vertiginosa, transformaciones impensables hace unos años que suponen grandes beneficios a empresas y usuarios, pero que también implican grandes desafíos, entre ellos saber bien qué es un hosting y por qué te interesa. Puede ser que tengas claro qué es un blog, o puede que incluso cuentes con uno gratuito en Internet, pero si tus visitantes han aumentado es posible que hayas comprobado más de una vez que tu página no está disponible o que está repleta de publicidad no deseada, entre otros inconvenientes. Lo mismo ocurre si tu proyecto web es una academia o, peor me lo pones, una tienda online.
Por eso mismo es importante un hosting, ¿pero sabes lo que es?, ¿para qué sirve? Y por qué no uno gratuito, puedes contestarme. A lo largo de este artículo vamos a tratar de responderte a estas preguntas de forma clara y sencilla, para que que no dejes pasar más tiempo sin asegurarte una presencia online eficaz, ya sea tu proyecto una página web, un blog para tu alumnado o un negocio online con grandes aspiraciones para el próximo año. Sea cual sea tu propósito, un hosting es imperativo si requieres una gran presencia en Internet.
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Evalúa tus necesidades
En primer lugar, tendrás que analizar en profundidad cuáles son tus necesidades actuales. Veámoslo con un ejemplo: imaginemos que tienes una tienda de artesanía muy concurrida y además cuentas con un blog gratuito a modo de tarjeta de presentación. Lanzas una oferta entre tus clientes que consiste en apuntarse en tu sitio online, pero pasan los días y solo se han inscrito tres personas. Cuando preguntas, resulta que el blog no estaba disponible, o que no encontraron tu dirección, o que había demasiada publicidad y no tenían ganas de esperar o, finalmente, que la página era tan lenta que prefirieron ir a la tienda física a comunicártelo.
Preocupado, le cuentas el problema a un amigo informático y te dice que de seguir así vas a perder clientes, que necesitas tener presencia online profesional y que para ello precisas contratar un dominio y un hosting. Aquí es cuando te das cuenta de que necesitas una tienda online y decides ir a visitar a un profesional.
Necesitas un hosting y un dominio
Tu presencia en Internet va a depender del alojamiento web o hosting para almacenar todos tus archivos digitales y que estén disponibles online. Es decir, un hosting (alojamiento en español), es un espacio en Internet, un servicio “de alquiler” que facilitan diversas empresas para que puedas almacenar archivos de texto, imágenes o vídeos a los que tus clientes pueden acceder una vez introduzcan tu dirección en el navegador.
Pero no solo necesitas un hosting, también es prioritario un dominio, que no es más que la denominación que identifica a tu sitio web. Un dominio personalizado será el nombre por el que se conocerá a tu negocio, por ejemplo mrdupon.com, de ahí su enorme importancia. Puedes contratar un dominio y renovarlo periódicamente, pero no servirá de nada si no hay un hosting detrás porque solo verías tu dirección, pero no tus archivos, tus formularios de contacto o tus productos.
Los proveedores de hosting ofrecen planes que incluyen un dominio y que son renovables anualmente, por lo que usualmente las empresas recurren a un proveedor que incluye un “todo en uno”.
¿Por qué no un hosting gratuito?
Los hosting gratuitos existen, pero no son la mejor alternativa para un negocio profesional. Puede ser interesante para “novatos” en la red o para experimentar, pero no para un negocio o un blog que aspire a contar con muchos visitantes. ¿Por qué?
Pues porque, en primer lugar, si quieres generar mucho tráfico no es la mejor opción. Los hosting gratuitos implican limitaciones en los servicios, por lo que es fácil que haya problemas de rendimiento, publicidad no deseada y restricciones en diversos aspectos, como el ancho de banda, el espacio o el soporte técnico.
Otra cuestión es que los proveedores de hosting deseen fidelizarte como cliente, en cuyo caso es habitual que te ofrezcan grandes prestaciones al principio para después venderte otros servicios, como mayor espacio en disco. Hay proveedores que incluso te ofrecen un dominio gratis, pero pronto te darás cuenta de que las limitaciones en otros servicios no te compensan ni a ti ni a tu negocio.
Y no te olvides – ¡la velocidad de carga de tu sitio web es uno de los 200 factores SEO para ser #1 en Google.
En todo caso, un hosting gratuito siempre puede ser interesante para hacer pruebas y experimentar antes de contratar un alojamiento de pago, que no tiene por qué significar una gran inversión y que suele ser compartido cuando se trata de una pyme (pequeña y mediana empresa).
¿Qué tipos de hosting hay?
Antes de enumerar los hosting más habituales, recuerda que los proveedores de web host realmente eficaces suelen ofrecer un periodo de prueba en el que siempre puedes comparar prestaciones antes de decidirte. A continuación, los alojamientos web más interesantes para una empresa de tamaño medio:
Hosting compartido
El hosting compartido suele ser suficiente para la presencia online de una pequeña empresa. Como su propio nombre indica, se comparten recursos del servidor entre varios clientes, aunque cada uno disfruta de su propio espacio web.
Entre otras ventajas destaca el precio, la facilidad de uso y el hecho de que el mantenimiento corre a cargo del proveedor del servicio. Está indicado para un tráfico de entre 4.000 y 5.000 visitas diarias y el rendimiento o uptime suele alcanzar un 99%, lo que garantiza que tu proyecto estará en línea la mayor parte del tiempo.
De todas maneras, ten en cuenta que si escoges un hosting compartido dispondrás de recursos limitados en cuanto a algunos aspectos técnicos. Puede ser que el servicio no te garantice copias de seguridad o que necesites más espacio en disco, aunque siempre puedes cambiar a un plan superior.
Hosting VPS
Hosting VPSEl hosting VPS (Virtual Private Server, por sus siglas en inglés o Servidor Virtual Privado) es aconsejable para un sitio web muy profesional, dado que su precio es muy superior al de un hosting compartido.
Digamos que el hosting VPS forma parte de un servidor que se ha dividido en servidores más pequeños. Una de estas fracciones es la que te corresponde a ti, por lo que podríamos decir que dispones de un servidor exclusivamente para tu proyecto web.
Si optas por el VPS puedes elegir los recursos que requiere tu proyecto, es decir, que pagas solo por lo que usas. El usuario elige la instalación de software y lo ejecuta con el sistema operativo seleccionado, pero el precio es mayor que el de un hosting compartido y son necesarios conocimientos técnicos para manejarlo.
Hosting dedicado
Si optas por contratar este tipo de alojamiento web dispones para ti solo de un servidor. El usuario elige el sistema operativo y la instalación de software que considere más adecuada, mientras que el mantenimiento físico del servidor corre a cargo del proveedor de servicio. Entre sus grandes ventajas destaca la disponibilidad de espacio en disco al 100% o la capacidad total de ancho de banda, lo que quiere decir que no habrá problemas con el tráfico.
Otros beneficios del hosting dedicado es que el usuario cuenta con CPU y memoria RAM sin límite, al igual que la transferencia mensual de datos, lo que generará mayor velocidad de carga y descarga de datos. Además, los aspectos relativos a la seguridad ya no serán un gran problema, puesto que al no compartir recursos es más complicado que se produzca un ataque cibernértico, aunque es aconsejable contar siempre con un buen sistema de defensa.
Entre sus desventajas está el precio mensual que hay que pagar al proveedor del servicio. Otro inconveniente es la necesidad de contar con conocimientos técnicos en gestión de servidores, aunque siempre puedes dejarlo en manos de un administrador de servidores.
Existen otros tipos que hosting que a veces se consideran variaciones, como el hosting cloud, que combina el servidor tradicional con la tecnología en “la nube”. Es un tipo de hosting de un coste mucho más elevado que un alojamiento compartido y que generalmente se destina a sitios web de comercio electrónico con un tráfico muy elevado.
